domingo, 27 de noviembre de 2011

Ensayo sobre "Las TIC y su Integración Curricular"


Cuando señalamos la urgencia de usar Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en educación ¿qué objetivos perseguimos? ¿qué queremos lograr con ello? , De manera rápida, algunas respuestas se hacen evidentes:
“Modernizar” el proceso educativo, “facilitar el acceso” al sistema, “mejorar” el aprendizaje, etc. En resumidas cuentas, resolver algunos de los problemas de la educación. Pero ¿habrá alguno mayor en la base de todos ellos? Y, más aún: ¿podrán ayudarnos las TIC a resolverlo?. En cuanto al uso de las TIC , no basta con disponer de computadoras y conexiones ni con desarrollar capacidades para el uso instrumental de los recursos, sino que es necesario tener unos objetivos claros; para qué las incorporamos al proceso educativo.Volvemos al principio entonces ¿para qué usar las TIC en educación? ¿qué problema deseamos atender?. en los últimos 10 años, los índices educativos referidos a la cobertura del sistema y alfabetización han aumentado; no obstante, no puede decirse lo mismo de la calidad del proceso educativo: persisten los bajos niveles de aprendizaje, existen deficiencias en cuanto a la disponibilidad de recursos y a la formación de los docentes y se siguen desarrollando prácticas pedagógicas tradicionales”.
Consecuencia y evidencia de esta realidad son las limitaciones de todo orden con las que ingresan los jóvenes a la universidad, entre las cuales sobresalen la ausencia de espíritu crítico y la pasividad. ¿Dónde se originan?, ¿qué hacer para subsanarlas? Para nosotros es claro que éstas se cuecen en la escuela básica, pero ¿quiénes se encargan de la formación a ese nivel? ¿de dónde provienen?.
Esta no es una situación nueva: está presente desde hace mucho tiempo, como
también la esperanza de que su reversión descansa en la introducción y uso de
nuevos aparatos en el aula. Al respecto, vale la pena advertir sobre el entusiasmo con que ha sido acogida cada “nueva tecnología“.
La integración ventajosa de los maestros y estudiantes a la sociedad mediatizada implica una transformación en los modos de pensar, aprender, investigar, comunicarse, relacionarse, en dirección a ese cambio, las nuevas herramientas de comunicación posibilitan no sólo la recepción de abundante de información, sino su producción, circulación, difusión e intercambio significativo a través de poderosos sistemas enlazados en redes. No obstante, estos nuevos recursos (como la internet, que posibilita la existencia de un receptor/emisor) corren el riesgo, no sólo de ser sobreestimados, sino también de ser desaprovechados, si se conciben como simples aparatos aisladosdel contexto sociocultural de los educandos y si no se explotan las ricas posibilidades que ellos abren para la auto expresión y el diálogo como vía para la construcción de conocimiento, producción e intercambio de saberes. Si el aprendizaje es un producto social y si la reflexión compartida es parte de ese proceso, las TIC, como poderosos medios de comunicación, podrían y deberían contribuir más bien con lo contrario, es decir, con la creación de canales y espacios para la auto expresión y el diálogo entre quienes participan del proceso educativo: del maestro con sus alumnos, pero también de los estudiantes entre sí, pues educarse implica estar en medio de una trama de interacciones múltiples y diversas que enfrentan disímiles y, por lo tanto, enriquecedoras interpretaciones.En este sentido la incorporación de las TIC comporta una ventaja en tanto que ellas extienden los espacios de socialización, lo que supone la relación yla ampliación de los horizontes gracias al contacto con personas y grupos con otros valores, pero también el fortalecimiento, mediante el intercambio, de los valores comunes. De allí que papel del educador deba transformarse. Más que un nuevo rol o tarea, la misión del profesor y especialmente de aquél formador de maestros sería la de ser un facilitador del proceso de aprendizaje, un mediador entre la multiplicidad de
estímulos educativos, un generador de expectativas y de motivaciones.